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TRASTORNOS Y METODOLOGÍA
AQUÍ PUEDES VER LOS
TRASTORNOS QUE TRATO
Adicciones
Autoestima desequilibrada
Celotipias o celos patológicos
Atención y concentración: déficit de atención, problemas de concentración y problemas de conducta
Trastornos alimenticios: anorexia, bulimia, trastorno por atracón y síndrome de ingesta nocturna
Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica
TAG: trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno de pánico (con o sin agorafobia)
Trastorno del estado de ánimo: depresiones, duelos, bloqueos emocionales, conflictos intra e interpersonales
Trastornos del control de impulsos
Trastornos del sueño
Trastornos fóbicos: fobia específica y fobia social
Trastorno por estrés agudo
Trastorno por estrés postraumático
ADICCIONES
Las adicciones son un tema muy habitual en la consulta. En ocasiones somos conscientes de que una sustancia es la que está tomando el control de nuestras decisiones y aun así no podemos dejarla, aunque queramos hacerlo. Solicitar ayuda en estas situaciones es altamente recomendable.
Lo primero que haremos en diagnosticar si cumples con los criterios de dependencia o de abuso, que, aunque no veas el matiz, no son lo mismo. Para ello usaremos los que establece la CIE-10 y los del DSM-IV.
Las conductas adictivas tienen variables implicadas en su inicio y en su mantenimiento, motivos que te hicieron empezar y motivos que te hacen seguir consumiendo hoy. Una vez que los conozcamos y los reconozcas haremos la formulación bioconductual del problema y desde ahí trabajaremos tu adicción o tus adicciones.
Para ello, el “control del estímulo” en un primer momento, cuando la sustancia es más fuerte que tú, será imprescindible, para posteriormente desarrollar el “entrenamiento en prevención de respuesta”, cuando ya estés preparado para ello, y finalmente trabajaremos con la intolerancia a la frustación, que en muchas ocasiones es la que te hace volver a caer en el consumo de la sustancia.
AUTOESTIMA
La palabra autoestima es un término de uso coloquial que usamos con mucha frecuencia. Tal vez por ese motivo en ocasiones no caemos en la importancia que tiene en nuestro día a día.
Si tuvieras que ponerle un valor a tu nivel de autoestima del 1 al 10, ¿cuál le pondrías?, ¿crees que da igual tener un 3 que tener un 8?, ¿crees que podrías aumentar ese nivel para sentirte más seguro/a en tu vida?, ¿crees que tienes el mismo nivel de autoestima en tus diferentes “yo”: yo laboral, yo esposo/a, yo padre, yo madre, yo hija, yo hijo?
El mundo interior de la autoestima es muy susceptible a las cosas que te ocurren, a las que te ocurrieron y, según esté de estructurado o desestructurado, a las que te ocurrirán.
Si tu yo actual, el que tú percibes, es muy diferente de tu yo ideal, el que te gustaría ser, se abre una brecha en tu autoconcepto que debes curar igual que curas una quemadura.
En este concepto de ti mismo influyen mucho las siguientes percepciones:
- Quién eres.
- Quién crees que eres.
- Lo que los demás creen que eres.
- Lo que tú crees que los demás creen que eres.
Este pequeño trabalenguas es determinante para tu autoestima, para tener un concepto sano de ti mismo/a, para que cuando te pase algo que no es agradable y que no esperabas lo coloques en su justo punto y que no te hunda tu propia estima.
Si sabes que tienes una baja autoestima y quieres mejorarla o simplemente tienes curiosidad por averiguar qué nivel tienes, escríbeme y te hago un estudio sin compromiso.
TRASTORNOS
En ocasiones tienes la impresión de que es alguien de tu entorno quien debe pedir ayuda profesional. Esta es una situación muy habitual y de un gran sufrimiento para quien la protagoniza, ya que le es difícil afrontar el tema con su familiar.
El concepto de trastorno es muy amplio y tienen cabida en él muchos síndromes, síntomas, signos. Antiguamente era común pensar que quien acudía a un psicólogo era porque estaba trastornado, desequilibrado, a veces hasta loco. Esta vieja idea se ha superado y, como te decía, es muy habitual que a terapia acuda un familiar para contar el caso que le preocupa en relación a su hijo, su pareja, su madre, su padre.
Es estas situaciones, el tacto es de vital importancia. Por eso no te preocupes, en Psicología Bethencourt la discreción, la calidez y la confidencialidad son nuestro fuerte. No te sientas culpable por pedir ayuda por él o ella, a veces el ser humano se siente incapaz de hacerlo por sí mismo, su dolor interior es tan alto que se bloquea y lo único que puede hacer es llamar tu atención para que pidas la ayuda tú por él.
También es muy común que en la solución del problema, cuando eres tú el que lo sufre, esté presente otro miembro de la familia, como observador o copartícipe. En estos casos, la terapia que desarrollamos es la terapia familiar con dinámicas que nos permiten desentrañar los conflictos con un diálogo de respeto y compromiso.
Finalmente, los niños cobran una parte fundamental de protagonismo dentro de las familias y, a pesar de que en ocasiones uno piensa que no se dan cuenta de nada “aún”, te sorprendería lo que aprenden muchas veces en silencio, solamente escuchando a los mayores. Si este es tu caso y te preocupa tu hijo, o tu sobrino, lo que haya podido absorber de una situación familiar vivida o que está viviendo, llámame o escríbeme.
PSICOLOGÍA BETHENCOURT
El gabinete de Psicología Bethencourt es un centro de terapia psicológica
autorizado como centro sanitario para el ejercicio de la profesión con número de registro 6581.
En él trabajo terapia individual, de pareja y familiar
con enfoque clínico cognitivo-conductual y psicología humanista.
TERAPIA INDIVIDUAL
TERAPIA DE PAREJA
TERAPIA FAMILIAR
METODOLOGÍA
¿Sabías que existen muchas manera de hacer terapia? Igual es algo en lo que nunca has pensado, o tal vez sí, pero, por si te interesa, te voy a explicar cómo vamos a trabajar.
La psicología humanista y el enfoque cognitivo-conductual van a presidir nuestra intervención.
Cuando hablamos de psicología humanista centramos nuestro interés en el ser humano y lo que te pasa. Mi objetivo de trabajo contigo será desarrollar todo tu potencial humano. Desde la psicología humanista no se trabaja solamente para curarte, sino para sacar de ti mismo todo lo mejor que tienes y que tal vez ni siquiera conozcas.
Con la psicología humanista la relación que vamos a establecer entre los dos no va a ser directiva; tendremos un trato democrático, activo y de respeto. Me parece de vital importancia e imprescindible que consigas la autonomía pronto y que lo que te ha traído a consulta se solucione lo antes posible, para que seas capaz de seguir con tu vida y ser feliz. Por ello, la terapia me la planteo como breve y centrada en ti y en tu situación actual.
Por su parte, el enfoque cognitivo-conductual nos va a ayudar a entender cómo tus pensamientos y sentimientos influyen en tu comportamiento. Igual tienes ansiedad para hablar en público y vienes a consulta, ¿por dónde empezamos?
La palabra cognitivo tiene que ver con un análisis funcional de tus pensamientos y qué tipo de creencias tienes relacionadas con la ansiedad. Y el componente conductual se centra en comprender los comportamientos que están potenciando esa ansiedad para, después de detectarlos, empezar un entrenamiento en otras habilidades que te sean útiles para superarla.
El ser humano no es solo lo que piensa, ni solo lo que siente, ni siquiera solo lo que hace, aunque en muchas ocasiones sea solo lo que los otros ven. El ser humano es pensamiento, es sentimiento y es acción y gracias a un perfecto triángulo equilátero los tres vértices se retroalimentan. Una intervención en un solo lado sería incompleta, desde mi punto de vista. Es un proceso gradual, pero de nuevo es una terapia breve y de ahí su perfecto encaje con la psicología humanista. ¿Para qué? Para que seas autónomo pronto y feliz con todo tu potencial.